Hace unas semanas estrenábamos una nueva categoría de posts llamada “consejos técnicos”, destinado a ayudar a los usuarios a recordar o ampliar sus conocimientos generales sobre la iluminación LED. Comenzamos hablando del uso de campanas en el ámbito industrial y hoy procedemos a explicar cómo utilizar los sensores en nuestras instalaciones eléctricas.
¿Por qué es necesario incorporar sensores a nuestras instalaciones eléctricas?
La realidad es que, para que podamos aprovechar mejor nuestra instalación de alumbrado es necesario hacer uso de sensores, ya que, además de ayudar al ahorro energético, también hacen que nuestra instalación sea más práctica y autosuficiente.
Para empezar, necesitamos conocer qué tipos de sensores existen en el mercado y aprender a usar características para nuestro beneficio. ¡Comenzamos!
Tipos de sensores en el mercado: sus características
La realidad es que hay muchos criterios de clasificación, por lo que, a continuación, daremos ejemplos para explicar mejor sus diferencias:
Sensor de movimiento: ideal para detecciones direccionales
El sensor más conocido es el “sensor de movimiento” que, según el modelo, puede tener distintos rangos de detección repartidos entre distancia, altura de montaje, ángulo máximo de detección, sensibilidad, etc. Este tipo de sensores, aparte de la comodidad que ofrecen, también nos permiten eliminar los interruptores en la instalación tanto en exterior como interior. Son muy fáciles de usar en conjunto con temporizadores que nos permiten graduar la duración de encendido.
A pesar de que existen varias maneras de detección, las más comunes son los PIR (infrarrojos):
Y también los de microondas tipo radar:
Dado que son dos maneras distintas de trabajo, cada uno de ellos se ajusta mejor en distintas instalaciones dependiendo del uso que se le quiera dar. ¡Siempre puede ocurrir que en algunos casos el sensor PIR resulte poco eficiente o que los sensores RADAR resulten demasiado sensibles!
No todas las instalaciones tienen los mismos requisitos y necesidades. Es más, en los sitios en los que necesitamos hacer una detección más direccional usaremos los sensores de movimiento tipo PIR orientables, pero en espacios grandes abiertos son más eficientes los sensores tipo RADAR, bastante más sensibles. Normalmente estos sensores permiten graduar también la sensibilidad, algo que ayuda mucho a la hora de ajustar mejor un área de detección.
Sensor crepuscular: ideal para detectar cuándo es día y noche
El segundo sensor más conocido es el sensor crepuscular o fotocélula, el que ayuda a detectar cuándo es de día y cuándo es de noche “leyendo” la intensidad lumínica del ambiente.
Este tipo de sensor se puede usar tanto solo (caso A) como en conjunto con el sensor de movimiento (caso B).
En el primer caso (utilizado solo) el sensor crepuscular se puede usar de varias maneras con un relé (normalmente es un solo aparato) que nos encienda automáticamente una bombilla cuando se hace de noche y apagarla cuando sea de día. Con un tipo de regulación 0-10v/1-10v conectado a una luminaria con fuente regulable y que regule la intensidad de esta según los cambios del ambiente y las necesidades.
Un ejemplo de uso frecuente de este tipo de montajes conjuntos es en oficinas o colegios. Ahí tenemos ventanas muy grandes y usando paneles de LED con regulación junto con el sensor SENS3218 y así conseguimos que la iluminación de la estancia sea lo más constante posible a lo largo del día, al mismo tiempo que se consigue un ahorro energético.
En el segundo caso (con sensor de movimiento), conseguimos un sensor de movimiento + crepuscular que nos permite muchos más ajustes y que el sensor tenga más funciones.
El mejor ejemplo que se puede dar es el sensor que montamos en los proyectores, que son sensores de movimiento + crepuscular y funcionan de la siguiente manera: el sensor crepuscular nos permite regular los límites de la intensidad lumínica del ambiente entre los que queremos que nuestro proyector se encienda, consiguiendo que junto al sensor de movimiento nuestro proyector se encienda solamente cuando es de noche (o hay oscuridad) y solamente si detecta movimiento. En conclusión, está condicionado por dos variables y solamente funcionará cuando las dos variables se cumplan.
Como ven hay muchas ventajas de las que nos podemos beneficiar al incorporar sensores en nuestras instalaciones de alumbrado, ya que si conocemos las características y requerimientos de nuestra instalación podemos sacar un mejor rendimiento.
Versiones más complejas de instalaciones eléctricas con sensores:
MHLRADAR: combinando estos dos tipos de sensores podemos llegar a versiones mucho más complejas, como el MHLRADAR regulación 1-10v, que permite establecer también tiempos de encendido, intensidad de encendido, tiempo e intensidad de encendido en modo espera, etc.
TRIAC: también hay sensores combinados que usan la regulación TRIAC (regulación por corte de fase) como el sensor SENS3232 que permiten el control de las luminarias con este tipo de regulación.
CASAMBI: contamos también con sensores inalámbricos, que no requieren cableado, como es el caso de Casambi, que se comunica por Bluetooth. Este tipo de Estos sensores tienen la ventaja de que se pueden configurar a través de un dispositivo móvil, como un teléfono o Tablet y suelen tener muchas más opciones de configuración y programación.
DALI : sensores de control tipo DALI que controlara luminarias que tengan drivers tipo DALI.
¿Te ha gustado este artículo? Pues no te pierdas nuestro próximo post en el que hablaremos sobre los tipos de regulación que usan las luminarias y ver cuáles son las características a tener en cuenta a la hora de elegirlos.
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