España, líder europeo en gasto en alumbrado público y en contaminación lumínica

  • España es uno de los países con mayor gasto en alumbrado público y uno de los países más afectados por la contaminación lumínica.
  • El alumbrado exterior del país cuenta con aproximadamente 8.849.839 puntos de luz con una potencia media de 156W, suponiendo un consumo de 5.296GWh/año según IDAE.
  • El proyecto de sustituir cerca de 700.000 (cerca de un 10% del total) puntos de luz halógenos por luminarias LED supondría un ahorro del 65% en potencia consumida.

Madrid. 23 de mayo, 2019. España es la campeona de Europa en gasto de alumbrado público, una cifra muy superior a la de Alemania, que nos duplica en población, e igual a la de Italia, que tiene 20 millones más de habitantes. Como consecuencia, es también uno de los países más afectados por la contaminación lumínica que, aunque no está entre las preocupaciones más destacadas de la ciudadanía, es sumamente importante dado que puede generar graves problemas de salud, como alteraciones en el sueño, además de un daño irreversible en la fauna del entorno.

Estos datos, destacados por RTS (Radio Televisión Suiza) en un reciente informe, encuentran su base en la mala situación lumínica de los más de 8.000 municipios del país. Entre todos, España cuenta con casi 9 millones de puntos de luz (8.849.839) con una potencia media de 156W. Es decir, nuestros municipios consumen aproximadamente 5.296GWh/año, según el IDAE. El problema es que este consumo no hace más que crecer en las últimas décadas, debido al desarrollo urbanístico de los municipios. Son las grandes urbes aquellas más afectadas por la contaminación lumínica y donde, desde hace años, se ha vuelto imposible disfrutar de observaciones astronómicas.

Según María Hernández, de Roblan, compañía española experta en iluminación LED, “el problema más importante sucede en las reservas naturales y espacios protegidos, dado que los sistemas de iluminación que se han estado utilizando hasta ahora han puesto en peligro a numerosas especies autóctonas debido a que cambian sus patrones de conducta, como la descoordinación en las migraciones o modificaciones en sus hábitos de alimentación o reproducción. Es importante que esas zonas se iluminen con sistemas eficientes y no contaminantes como el LED, proyectando el color exacto de luz y evitando el desperdicio hacia el cielo”. Roblan es una de las pocas empresas españolas que ha obtenido la certificación del Instituto de Astrofísica de Canarias, que comprueba que las luminarias viales o de exterior son aptas para instalar en estas zonas por ser respetuosas con el medio ambiente.

Para combatir esta lacra, las últimas normativas como el Reglamento de Eficiencia Energética han ayudado a los gobiernos municipales a poner en marcha una nueva transición energética que vaya del alto consumo de las luminarias halógenas a las luminarias LED actuales. La propuesta existente ahora mismo se basa en sustituir el sistema en 700.000 puntos de luz, lo que supondría un ahorro del 65% en consumo energético. Roblan, por su parte, ha sido el encargado de la sustitución del 1% del total y seguirá con el proyecto en los meses venideros.

Un ejemplo del cambio es el municipio de Los Molares, en Sevilla, donde Roblan ha sustituido las luminarias convencionales de calles, campos de fútbol, edificios municipales y espacios turísticos como el castillo por luminarias LED. Según Juan Castro, responsable del proyecto del ayuntamiento de Los Molares explica que “este cambio ha permitido un ahorro en potencia consumida de más del 30%. Estos resultados tan positivos nos llevan a solicitar una nueva subvención para abordar el cambio de iluminación del castillo, otra zona muy importante de nuestro pueblo”.

En líneas generales, María Hernández, de Roblan, destaca que todo proyecto debe tener en cuenta dos principios básicos “el primero, es imprescindible calcular el número ideal de puntos de luz para conseguir los niveles recomendados. Es fundamental para evitar la contaminación lumínica, dado que a veces se tiende a instalar puntos extra LED, que no solo repercuten en la contaminación lumínica, sino que reducen el nivel de ahorro. El segundo es asegurar que los puntos de luz instalados proyecten su halo siempre hacia abajo, sin llegar a superar la horizontalidad para que esta luz no se pierda y se estudie bien el horario de encendido y la potencia utilizada. Se trata de optimizar el halo de luz, sin generar desperdicio lumínico que puede afectar al entorno”.

El departamento de proyectos Roblan, en el que confían numerosas corporaciones municipales, brinda un servicio de asesoría completo para que los proyectos lumínicos sean eficientes y cumplan con toda la normativa europea actual.

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