Normativa SLR 2019/2020 ECODESIGN o cómo el sector eléctrico se adapta a la economía circular

La semana pasada os hablábamos de cómo afectaba la nueva ley de etiquetado energético al sector de la iluminación.

Como sabéis, el día 1 de septiembre de 2021 se traspuso la nueva directiva europea de etiquetado energético: Directiva 2010/30/UE del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la indicación del consumo de energía y otros recursos por parte de los productos relacionados con la energía, mediante el etiquetado y una información normalizada.

Hoy queremos dar un paso más allá para hacer comprensible las nuevas regulaciones a todos los profesionales implicados y desgranaremos la normativa SLR 2019/2020 ECODESIGN por la que se establecen requisitos de diseño ecológico para las fuentes luminosas y los mecanismos de control independientes.

¿Cómo explicaríamos esta normativa con pocas palabras? Pues, como bien dice el título, diríamos que es un paso más de nuestro sector para adaptarse a los requisitos y necesidades de la economía circular.

¿Con qué objetivo? Con el de diferenciar entre fuente de luz, producto continente y mecanismos de control para fomentar la capacidad de reemplazar y eliminar las fuentes de luz y los mecanismos de control de su carcasa o su continente. Así lograremos reducir exponencialmente la cantidad de desechos que se generan año a año en toda Europa.

¿Qué conseguiremos? Con este cambio, la Unión Europea planea ahorrar un total de 260 TWh de energía antes del 2030. La iluminación representaría alrededor del 16 % de esa iluminación. Así, el consumo de energía para la iluminación se reducirá en 41,9 TWh. Este objetivo solo puede alcanzarse si se aumentan aún más los requisitos de eficiencia energética para las fuentes de luz. ¡Y en ello estamos!

Comencemos poco a poco para que no quede ninguna duda:

¿Qué se considera fuente de luz según la normativa SLR 2021/2020 ECODESIGN?

Una fuente de luz es la unidad extraíble más pequeña que puede tener una luminaria y debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Debe emitir luz blanca entre 1940 y 12500 k
  • Su densidad de flujo debe ser superior a 500 lm / mm2
  • Su CRI debe ser superior a 0
  • Debe tener un flujo entre 60 y 82000 lm

Es decir, hoy en día, cuando adquirimos un LED, estamos comprando placas LED montadas en un paquete. Todo ello es considerado una “fuente de luz”. Desde ahora la industria estará obligada a diferenciar ambos elementos y pensar por un lado en la carcasa y, por otro, en el LED, siendo considerado este como la “fuente de luz”.

Por ejemplo, un PCB en el que se haya montado un LED ahora será considerado como una “fuente de luz”.

¿Qué no es una fuente de luz según la nueva normativa?

No se considera “fuente de luz” los siguientes:

  • Productos que contienen fuentes de luz que puedan eliminarse para la verificación, dado que serían un “producto contenedor”.
  • Partes emisoras de luz de una “fuente de luz” que no se puedan quitar para la verificación porque, por ejemplo, hayan sido selladas.
  • Las matrices de LED y los paquetes de LED no son considerados “fuente de luz”.
  • Los paquetes LED, como tales, no son considerados “fuente de luz”.

Diferencias entre “reemplazable” (replaceability) y extraíble (removability):

La normativa SLR 2019/2020 requiere en su artículo 4 que, en principio, las fuentes de luz sean reemplazables para fomentar la economía circular. Es decir, toda luminaria debería contener una fuente de luz que se pueda reemplazar cuando se necesite, siempre y cuando no exista una justificación técnica que lo impida (por ejemplo, motivos de seguridad).

Así, todos los embalajes de producto indicarán, por medio de sencillos pictogramas, cómo se podrá reemplazar la fuente de luz de la luminaria adquirida.

Por su parte, la misma normativa exige que todas las fuentes de luz sean extraíbles, como consecuencia de la misma definición de “fuente de luz” (si no se puede extraer de su contenido o paquete, no será una fuente de luz). En cualquier caso, la norma o exigencia que aplica en este caso se podría resumir de la siguiente manera: a la hora de extraer la fuente de luz podrías llegar a dañar el la fuente de luz, entonces este producto será considerado en sí mismo como “fuente de luz”.

Del mismo modo, la norma nos da más detalles sobre temas tan interesantes como los requerimientos funcionales y de potencia de las fuentes de luz, detalles en los que podréis profundizar con nuestros próximos posts sobre el tema. ¡No pierdas detalle!

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¿Cómo afecta la ley del nuevo etiquetado energético al sector de la iluminación?