Desde los años 90 todos los productos de iluminación incorporan en su embalaje una etiqueta que informa al comprador sobre la eficiencia energética del mismo. Este sistema va a ser modificado a partir del 1 de septiembre de 2021 debido a la trasposición de la nueva directiva europea de Etiquetado Energético [Directiva 2010/30/UE] basada en los datos enumerados de EPREL. ¿Quieres saber qué cambios implica para nuestro sector? ¡Toma nota!
El origen del etiquetado con escala de eficiencia energética
Cuando nació este etiquetado lo hizo con un objetivo muy claro: indicar al consumidor el consumo energético que requería cada aparato para fomentar la compra de aquellos más eficientes que, como consecuencia, requerían un menor gasto energético. Así, la A indicaba el mayor grado de eficiencia y la G el menor.
Sin embargo, en pocos años nacieron la A+, A++ y A+++, siendo de consumo más limitado, y desaparecieron la E, F y G debido al alto grado de innovación logrado, que expulsó directamente a estos productos del mercado. ¡Es decir, casi todos los productos disponibles en el mercado eran, como mínimo, de categoría A!
El nuevo etiquetado energético: requisitos desde el 1 de septiembre de 2021
Con el nuevo etiquetado energético se definen tres categorías de información:
Para el consumidor final o acciones de marketing y publicidad: la hoja de datos o información de producto que permite evaluar y comparar diferentes fuentes de luz gracias a la información básica que aportan.
Para las autoridades de vigilancia de mercado: la documentación técnica con información adicional que ayude a verificar el cumplimiento. Esta parte de la información no es pública.
Para el punto de venta y el material promocional: la etiqueta energética de la que ahora hablamos y que debe siempre estar expuesta en el punto de venta o en cualquier acción comercial.
Así, con este nuevo reglamento también se define el parámetro de un nuevo elemento importante para el sector de la iluminación: el EPREL (European Product Registry for Energy Labelling) también llamado “Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético”. Este registro EPREL es una base de datos online en la que deben estar incluidos todos los productos que requieran una etiqueta energética, incluyendo las fuentes de luz. Así, todos los proveedores debemos cargar nuestros catálogos completos y, tras ello, se puede descargar toda la información requerida, las fichas técnicas y la etiqueta energética oficial en diferentes formatos.
Recordamos, para la tranquilidad a todos nuestros distribuidores, que contamos con un periodo de transición hasta el 1 de marzo de 2023 durante el cual podrán coexistir cajas con el etiquetado nuevo y el antiguo. Es decir, se podrán seguir vendiendo productos ya etiquetados con el antiguo sistema hasta la fecha, aunque nos comprometemos a que todos nuestros introducidos en el mercado europeo después del 1 de septiembre 2021 ya cumplirán con la nueva directiva.
¿Cómo comprender el nuevo etiquetado energético?
El nuevo etiquetado vuelve a sus orígenes recuperando la escala de colores verde/roja con letras de la A hasta la G (sin subdivisiones). De manera que el producto más eficiente será el A y así irá en descenso gradual hasta el G.
Sin embargo, ahora no veremos productos calificados de A o B, sino que el más eficiente será el C, dado que se quieren dejar libres las categorías más altas para aquellos que surjan posteriormente (evitando tener que realizar nuevas subdivisiones). Tal y como explicó en su día Kadri Simson, Comisaria de Energía de la UE, “la nueva escala es más estricta y está diseñada para casi ningún producto pueda alcanzar inicialmente las calificaciones «A» y «B», dejando espacio para que los productos más eficientes ingresen gradualmente al mercado. Los productos más eficientes energéticamente actualmente en el mercado generalmente ahora se etiquetarán como ´C´ o ´D´“.
Además, tendremos mucha más información complementaria para que no se le escape ningún detalle al comprador, como es:
- Nombre del fabricante.
- Marca y modelo del producto o aparato.
- Pictogramas ilustrativos.
- Código QR para acceder a más información.
- Las fuentes de luz tendrán información sobre el consumo eléctrico por 1000 kWh.
En el caso de aparatos eléctricos, además de los cuatro primeros puntos antes mencionados, también incluirán:
- Tipo de aparato y ruido que genera (en decibelios – dB).
- Consumo anual en kilovatios hora (kWh).
¿Este nuevo etiquetado energético será el definitivo?
La realidad es que no. Dado el alto grado de innovación del sector de la electricidad, Europa espera que se necesite un nuevo cambio cuando el 30% de los productos que se comercialicen ya sean de la categoría A o cuando el 50% se encuentren entre la A y la B.
¿Por qué va a ocurrir esto? Porque la norma busca incentivar el consumo de aquellos productos más eficientes. En el momento en que no se logre esa diferenciación, el consumidor no tendrá un motivo por escoger aquellos que suponen un menor coste en el largo y medio plazo.
Si te interesa estar al día de este tema, no te pierdas nuestros próximos posts en los que explicaremos cómo afectarán las nuevas normativas al diseño y presentación de información en el embalaje y en el marcado de productos y cómo se facilitará la comparación de productos similares existentes en el mercado.
Además, posteriormente hablaremos sobre qué productos tendrán que salir del mercado, con cuáles los sustituiremos en ROBLAN, así como nuestras medidas de ayuda y apoyo a mayoristas y distribuidores, ¡no te pierdas nuestro próximo post del blog!