¿Cómo iluminar de manera eficiente centros educativos y espacios de trabajo?

La iluminación en zonas de trabajo es fundamental para lograr un ahorro energético y para el bienestar de los usuarios, algo muy importante cuando hablamos de centros educativos, más aún teniendo en cuenta que hay diversidad de aulas con características dispares, como las aulas de informática, las de ciencia, la biblioteca o el pabellón deportivo. ¿Sabías que la luz puede afectar a la concentración de los alumnos?

En ROBLAN somos expertos en iluminar todo tipo de áreas, adaptando los productos en función de las necesidades que surgen en cada tipo de espacio. Por eso, te traemos cuatro factores a los que debemos prestar atención para iluminar aulas en centros educativos:

Normativa AEONOR para la iluminación de espacios de trabajo interiores

Es crucial tener en cuenta la normativa UNE-EN 1264-1 de iluminación para espacios de trabajo en interiores, por ello será nuestro pilar y guía a la hora de desarrollar un proyecto en un centro educativo. Para cumplir esta norma tendremos que:

1.Escoger el punto de iluminación correcto.

2.Dar prioridad al rendimiento: debemos contar con 300lxs de media y con un 0,60 de uniformidad en el plano útil o la mesa de trabajo de los alumnos y 500lxs de media con una uniformidad de 0,70 en la pizarra.

3.Saber cuántos lúmenes por vatio rinde el producto para poder cumplir con el valor de eficiencia energética de la instalación.

La importancia del deslumbramiento en las escuelas o zonas de trabajo

El nivel de deslumbramiento unificado o UGR (unified glare rating) por sus siglas en inglés, es un valor clave dentro de un proyecto de iluminación. ¿Sabes por qué?

Este deslumbramiento produce tensión y fatiga ocular, así como disminución del contraste y entrecierre de los ojos.

Para asegurarnos de conseguir el confort visual exigido por la norma, tendremos que realizar un estudio colocando varios puntos de observadores UGR en el programa de cálculo.

Luminarias libres de parpadeos para las zonas de estudio

El flicker o parpadeo hace referencia a la variación en la intensidad luminosa percibida por el ojo humano en su campo de visión.

Es importante prestar atención a los parpadeos, porque si estamos expuestos a ellos durante largos periodos de tiempo pueden tener efectos negativos para la salud, como son:

-Dolores de cabeza.

-Mayor sensación de cansancio.

-Aumento del estrés.

Estas consecuencias también varían en función de la sensibilidad de las personas, por ejemplo, aquellas con autismo son más sensibles.

Por todos estos motivos, otro de los puntos esenciales a la hora de iluminar un aula será comprobar que el producto que elijamos sea libre de parpadeos (flicker free).

Temperatura de color neutro para fomentar la concentración

Si queremos fomentar la concentración de los alumnos, elegir una correcta temperatura de color también es importante. Puede que no lo supieras, pero esta puede afectar a nuestro estado de ánimo. ¡Te explicamos por qué!

-Si elegimos una temperatura demasiado fría (6000K), la luz será similar a la que tenemos a primera hora de la mañana. Esto confundirá a nuestro cerebro, enviándole la señal de que tenemos que despertarnos y consiguiendo con ello que los alumnos estén sobreestimulados.

-Por el contrario, si colocamos una luz cálida (2700K) a los alumnos les dará una sensación de relajación, les apetecerá tomarse algo caliente y acurrucarse a descansar.

Ante esta información, te preguntarás cuál sería la mejor opción. ¡Te la damos! Desde ROBLAN, recomendamos optar por una temperatura de color neutro (4000k), de esta manera nos aseguramos de no influir negativamente en la concentración de los estudiantes.

Además, gracias a la compatibilidad de las luminarias ROBLAN con productos IOT los profesores pueden determinar el tono de luz que requieren sus alumnos acorde con las actividades que estén realizando. Si se trata de un examen siempre deberán optar por una luz más blanca que genere mayor atención; en clases de infantil o tiempos de siesta deberán optar por una luz más cálida que rebaje su energía, y en las horas lectivas corrientes lo ideal sería optar por una luz más fría.

Incidencia de la luz natural y ahorro energético en las aulas

La normativa de eficiencia energética nos obliga también a prestar atención a la incidencia de la luz natural en el espacio que vayamos a iluminar, algo que, a su vez, nos ayudará a lograr un mayor ahorro energético. Para conseguirlo, debemos instalar un sensor de luminosidad. ¿Qué nos aportará?

Contando con un sensor de luminosidad, las luminarias controlarán su intensidad según la influencia de la luz natural en las aulas. Así, las luminarias más próximas a las ventanas (colocadas en un rango de hasta cinco metros desde las ventanas hacia dentro del aula) han de contar con un sistema de regulación obligatorio.

Además, una buena iluminación LED controlada y gestionada correctamente puede suponer un ahorro de entre 50 y 70% frente a la iluminación convencional, gracias a:

-El aprovechamiento de la luz diurna por medio de sectores.

-La instalación de sistemas de iluminación inteligente (Casambi, por ejemplo) para ver y controlar el consumo de energía por área y uso. Así, se puede descubrir cuándo encender o apagar la luz, dónde instalar sensores de presencia o temporizadores, cuándo contar con atenuaciones o sensores de luz diurna para reducir aún más el gasto energético.

Si te has quedado con alguna duda y quieres contar con una asesoría personalizada, ¡contacta con nosotros! En ROBLAN, llevamos 50 años al servicio de profesionales de la iluminación y nuestro departamento de proyectos podrá darte las mejores soluciones, creando los productos que necesites y adaptándolos a tus necesidades.